Los ataques pasivos reciben su nombre debido a que el atacante (o perpetrador u oponente o persona que se entromete) no altera en ningún momento la información, es decir, únicamente la observa, escucha, obtiene o monitorea mientras está siendo transmitida. Cualquier ataque pasivo tiene los siguientes objetivos principales: Intercepción de datos: consiste en el conocimiento de la información cuando existe una liberación de los contenidos del mensaje. Análisis de tráfico: consiste en la observación de todo tráfico que pasa por la red. Con los ataques pasivos se obtiene información que puede consistir en: Obtención del origen y destinatario de la comunicación, con ello se determina la localización y la identidad de los anfitriones (emisor, receptor). Control de volumen de tráfico intercambiado entre las entidades monitoreadas, de esta forma se obtienen todos los datos necesarios para percatarse de la actividad o inactividad inusuales. Control de las...
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